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El gendarme catamarqueño Nahuel Agustín Gallo, de 33 años, ha estado detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre de 2024, acusado de "terrorismo" y otros cargos graves. Gallo fue arrestado tras cruzar la frontera terrestre desde Colombia con el propósito de visitar a su pareja, María Alexandra Gómez, y a su hijo, quien celebró recientemente su segundo cumpleaños. Este incidente no solo afecta a su familia, sino que también ha intensificado las tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela.
Según informaron las autoridades venezolanas, Gallo fue vinculado a un supuesto complot para asesinar a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, una acusación que tanto su familia como el gobierno argentino consideran infundada. El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, anunció que el gendarme enfrenta cargos de terrorismo, conspiración y asociación para delinquir. Desde su detención, no se ha permitido contacto entre Gallo y su familia, lo que ha generado preocupación por su bienestar y derechos humanos.
El desesperado pedido de la pareja de Nahuel Gallo: "Tiene derechos"La lucha incansable de su familia
María Alexandra Gómez, pareja de Gallo, ha sido una voz constante en la demanda por su liberación. En un video difundido en redes sociales, Gómez pidió a las autoridades venezolanas que le permitan al menos comunicarse con su esposo, quien permanece incomunicado desde el día de su arresto. En medio del dolor y la incertidumbre, Gómez sigue en Venezuela realizando gestiones legales y diplomáticas para conseguir la libertad de Gallo.
"Tenemos 45 días sin saber de Nahuel. El pedido sigue siendo el mismo: la libertad inmediata de Nahuel Agustín Gallo", pidió Gómez quien aseguró que continúa en Venezuela "haciendo todo lo que se tiene que hacer" para lograr la liberación de su esposo.
"Desde el 8 de diciembre no hemos sabido nada de él. Para nosotros es muy doloroso. Hoy es 21 (de enero) y nuestro hijo está cumpliendo dos años, lejos de su papá, lejos de todos los planes que teníamos nosotros, a esta altura", afirmó Gómez.
Y agregó: "Les pido a las personas que tienen a Nahuel que, aunque sea, nos dejen hablar con él y decirle que nosotros estamos bien, y que vamos a estar bien cuando él esté libre y podamos volver a casa".
La postura del gobierno argentino
El gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Javier Milei, ha condenado enérgicamente la detención de Gallo y ha reclamado su liberación inmediata. El canciller Gerardo Werthein calificó las acusaciones como una "gran mentira" y enfatizó que el caso refleja la tensión creciente entre ambos países, agravada tras la decisión de Argentina de desconocer la reelección de Nicolás Maduro en 2019. Actualmente, la embajada argentina en Venezuela está bajo la custodia de Brasil, lo que simboliza el deterioro de las relaciones diplomáticas.
"Agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina", afirmó Milei, destacando el compromiso del gobierno con la seguridad de sus ciudadanos. La embajada argentina está custodiada por Brasil desde el 1 de agosto. Allí están refugiados cinco colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, a la espera de un salvoconducto.
Impacto en las relaciones bilaterales
El caso de Nahuel Gallo ha exacerbado las diferencias entre Argentina y Venezuela, marcadas por desacuerdos políticos y denuncias de violaciones a los derechos humanos en el país caribeño. La situación también pone en evidencia el complejo panorama diplomático que enfrentan ambos gobiernos. Mientras Argentina busca soluciones mediante canales internacionales, la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de este caso.
La detención de Nahuel Gallo en Venezuela es mucho más que un caso judicial; representa un desafío significativo para los derechos humanos y las relaciones internacionales. Las acusaciones de terrorismo en su contra carecen de pruebas concluyentes según su familia y el gobierno argentino, lo que subraya la necesidad de transparencia y justicia. Este caso no solo afecta a una familia, sino que también pone de relieve los retos de la diplomacia en un contexto de tensiones políticas.
